jueves, 29 de octubre de 2009

Anhedonia

Mañana te veré, algún día será mañana
El amor de mi vida, grandes esperanzas
Armado con pañuelos y canciones
Aquí no existe el pasado
Eres una nube, una de las dulces
Déjame sacarte al baile, darte un par de vueltas
Convertirte en algodón de azúcar
Deshacerte entre mis dientes.
A veces te digo cuanto te odio y a veces,
Te digo la verdad.

"Arnold" El Elefante

lunes, 19 de octubre de 2009

Cogito ergo + qué?

No sé qué clase de chubascos pasan por tú cabeza. Es entonces el olor de la tierra húmeda que se levanta por la lluvia, lo que me hace recordar esas noches dónde nos fundíamos como queso sobre mi cama. Cuando se frotaba tu corazón con el mío, imantabas esa brújula que hervía en sangre y que ponía a bombear todo tipo de ideas irracionales que se hacían nube, que se hacían polvo. Eras ingrediente, eras sabor, eras el vapor que salía de forma alarmante por esa vasija de barro. Yo te olía, te absorbía. No me cansaba de rebullir para ponerte a punto, para saberte, para saborearte. Entre mis yemas esparcía sentimientos por doquier. A mí me gusta a fuego lento, pero con una mirada lo ponías a toda máquina. No tenías respeto por nada ni por nadie. Consumías y eras consumida. Eras condimento, eras legumbre, eras grano.
Un sol triste que obscurece la mañana. Fulgurabas detrás de la luna, restándole el brillo aparente a las estrellas. Eras un deseo pedido en silencio. Un murmullo soplado por el viento. No eras orgullo, eras delirio. Yo razón y tu sensación, tu oleo y yo acuarela. Ese rocío hacía indeleble la intención; reafirmaba la silueta pero se desvanecía en las sombras. Eras frio y calor. Eras relámpago y tormenta.

Apretar la mandíbula era una forma de resistencia, una manera de disipar la excusa. Eras lesiva, eras salvaje, eras hada negra acechando mis pensamientos. Heme aquí en la misma banca y con el mismo paraguas, esperando que la lluvia cese, que se apacigüe. Cuando el tiempo sutura el pasado, tu boca tensiona la cicatriz, la hace dolorosa. Cuando te pienso, te pienso natural, te pienso al revés, te pienso corpórea, te pienso espectro, te pienso espanto. Cuando te pienso, pienso en lo que eras, en lo que dejaste de ser, en lo que serás, en lo que no fuiste y lo mucho en lo que no te pienso.

"Arnold" El Elefante

Aguacero, Palabras y Pasión



Trato de domesticarme,
ante el desbordamiento
de tu aguacero de palabras;
sin embargo,
respiro y me ahogo sin conseguirlo,
pues mis montañas
esperan tu néctar
de pequeños hilos de plata.
Una vez, estoy llena de ti,
amo el desaliento de mi piel,
y mi cuerpo siempre grita:
Es una día perfecto para morir!

Lulú "La Mariposa"

jueves, 15 de octubre de 2009

Identidad sin identificar

Sacudida, sucia y revolcada. Me levanté para limpiar mis rodillas y secar posteriormente el hilillo de sangre que colgaba por la comisura de mi boca. Tummmm!!! sentí la fuerte caricia de sus nudillos contra mi quijada. Yo le exigí la cuota de manutención a cambio de los favores recibidos. Separó mi cabeza de su entrepierna, subió la bragueta, arregló sus pantalones, golpeó tres veces la puerta, tenía toda la intención de entrar, estaba con pensamientos acalorados mientras el taxi se aproximaba a mí casa. Me abroché el vestido largo, sujeté los zapatos con esas correas delgaditas que se prendían con broches de color dorado. Pedí prestado un dinero porque no estaba bien vestida. Estaba preocupada porque no tenía ropa de mujer en mi armario. Ya me cepillé el pelo, instalé las postizas en mis extremidades.

Me rascaba la entrepierna, era casi la sensación de añoranza por la ausencia del miembro fantasma. Orinar sentada era una nueva experiencia, tal vez por que cuando solía hacerlo la única intención que pasaba por mi cabeza era la de no salpicar el wáter para prevenir un cambio de residencia por los caprichos de mi padrastro. Él me exigía que me comportara como un hombre, pero era supeditada a convicción en una posición cuadrúpeda para satisfacer las necesidades del bípedo cosmopolita.

Es el cambio de apariencia la tabla de salvación para mis necesidades económicas, puesto que en un momento de adversidad hasta Satanás empieza a colgarse el rosario. Valió la pena hacer efectiva la cirugía y renovar esa imagen que transmitía inseguridad y desconfianza. Adiós pipí, porqué cuando te tuve entre mis manos, sentí como se desvanecía la esperanza de algo que nunca será. Mi madre siempre me recalcó la felicidad que le causé al ser su único varón. A veces pienso que me destetaron antes de haber llegado al mundo, que había muerto antes de nacer.


"Arnold" El elefante.

sábado, 10 de octubre de 2009

Mujer Mariposa



Y otros ojos que la vieron
sabían que su corazón aún quebrado
poseía los colores con los que nació.
Era mariposa y su metamorfosis
la convirtió en mujer...
Ella anhela
retornar a su estado original.

Lulú "La Mariposa"

viernes, 9 de octubre de 2009

Inversamente proporcional



Soy inversamente proporcional:
como luz de noche y tiniebla de día;
como el ácido de la miel y
lo dulce del limón;
como el grito del silencio y
la calma de un huracán;
como la virginidad de una puta y
la sexualidad de una monja;
como la locura de un psiquiatra y
la sensatez de un psicótico...
Soy inversamente proporcional
Y TODO LO CONTRARIO...

Lulú "La Mariposa"

Rayuela



Siempre me gustó la rayuela. Me encantaba ver como los jueves después de la escuela todos los chicos del vecindario se reunían para saltar. Ellos me veían y malintencionadamente me invitaban. Era muy feliz, era el campeón invencible de la rayuela hasta el número 3 y con eso tenía, aunque no puedo negar que soñaba con llegar al cielo y quedarme en el infierno. Ahora a mis 27 años tengo dinero suficiente para coger el cielo con las manos y declararme vencedor. Pero a pesar de que compré la prótesis de la pierna izquierda, ya ninguno de los muchachos juega a la rayuela.

"Arnold" el elefante.

JarJacha

Pablo terminó una relación amorosa con Carmen.
Ahora Pablo sale con Antonia.
Antonia acaba de llegar de Londres porque murieron sus padres.
Pedro está triste por que el amor de su vida (Antonia) se fue para Bogotá.
Pedro se acuesta con Bárbara por su desamor.
Antonia empieza a salir con Pablo.
Pablo va a tomar café con Antonia.
Pedro se acuesta con Margaret la mesera del restaurante.
Antonia toma de la mano a Pablo cuando salen a caminar.
Pablo besa a Antonia, suspira, se estremece, aprieta su mano, la mira y sigue caminando.
Antonia medio loca, pasa algo de labial por su fina boca, ciñe su blusa, sale del baño.
Pablo cuenta discimuladamente el dinero que tiene en los bolsillos.
Un señor para un taxi para recoger a su esposa del trabajo.
La esposa no sabe cuando llega su marido a recogerle, entonces se echa el último con el jefe.
Pedro se acuesta con Jean, tiene 50 libras y con eso le paga por algo más de placer oral.
Pablo se abalanza sobre Antonia y le imprime toda la fuerza que contienen sus caderas.
Antonia sube su falda, viste su blusa, besa a Pablo, dice que lo ama.
Ellos salen del motel a las 6 de la mañana.
Julián es bautizado en la iglesia a los dos meses de nacido.
Antonia y Pablo están felices por el nacimiento de su bebe.
Pablo trabaja duro por el bienestar de su familia.
Antonia está algo cansada de dedicarse de lleno a su casa.
Pedro se acuesta con la secretaria y lo hace rápido antes de que llegue el esposo de ella.
Pablo sale a tomar unas cervezas con sus compañeros de trabajo para ver el partido.
Antonia esta durmiendo y se despierta al sentir el roce del sexo de Pablo sobre su cintura.
Pablo se levanta temprano a trabajar un lunes y empaca la lonchera preparada por Antonia.
Liz es bautizada y Antonia es feliz por el nacimiento de su segundo bebe al igual que Pablo.
Antonia ya no ama a Pablo.
Julián empezó su primaria.
Antonia decide irse a Londres de nuevo y Julián quiso quedarse con Pablo entonces sólo se va con Liz.
Julián inicia sus estudios de Secundaria.
Pedro se acuesta con la casera del edificio.
Pablo se embriaga todos los días.
Antonia conoció a Mattew en una visita turística al Big Ben.
Liz sale del Kinder Garden.
Julián se enamoró de Andrea en los pasillos del colegio.
Pablo gasto la mitad de su paga en prostitutas en el mes de Mayo. Hoy es 1ro de Junio.
Julián hace el amor con Andrea todos los días aprovechando la soledad de su casa.
Andrea decide abortar a escondidas porque no sabe si el bebe es de Julián, de Miguel o de su Padre.
Miguel se toca después de acordarse de que emborrachó a Andrea para poder acceder a los placeres de la carne.
El Papá de Andrea cubre todos los gastos de la casa. Su Madre no dice nada.
Pedro se acuesta con la señora que le hace las uñas.
Liz ingresa a la secundaría en un lujoso colegio de Francia pagado por Mattew.
Antonia se da cuenta de que Mattew es estéril.
Julián le termina a Andrea al saber que Andrea no se graduó de Bachiller.
Pablo empieza a consumir cocaína los viernes.
Mattew esta muy enamorado de Antonia pero Antonia no sabe que Mattew tiene cáncer.
Julián pasa a la universidad becado por su puntaje.
Liz se enamora de un profesor que le dobla en edad pero ella se contiene.
El profesor mira la falda corta de Liz y hace fuerza para que no se evidencie su pensamiento en el pantalón.
El señor se regresa en taxi a su casa, saca del cajón un revolver y se pega un tiro en la Ingle para sentir el dolor de su muerte.
Antonia le avisa por teléfono a Liz de la muerte de Mattew.
Liz se traslada a Eslovenia para estudiar en una de las mejores Universidades del lugar.
Pablo pierde su trabajo.
Julián se va para Eslovenia por una beca que le otorgo el gobierno.
Pedro se acuesta con Maritza y en el cuerpo de ella recordó a Antonia, se vistió, tomó sus cosas y se fue a Colombia a buscarla.
Pablo vende su televisor para alimentar el gusto de los viernes.
Liz se tropieza con Julián en la cafetería de la universidad por error.
Julián sonríe y se dirige a su dormitorio para estudiar.
Liz aprieta sus labios al ver el dorso desnudo del conserje mientras este recoge las hojas del jardín.
Pedro paga un hotel lujoso en Bogotá.
Julián se encuentra de nuevo con Liz en los pasillos de la universidad y comienzan a hablar.
Antonia decide viajar a África para contribuir en un proyecto contra la malaria.
La señora saca 30mil pesos de sus ganancias por los encuentros clandestinos del jefe para comprar productos de limpieza mientras los forenses levantan el cadáver.
Mattew abraza con fuerza al señor y le dice que la vida es una mierda.
El señor sonríe y asienta su cabeza mientras contemplan el mundo desde el cielo.
Liz observa con morbo las vallas de las avenidas de Londres donde salen los modelos de ropa interior.
Julián llama a Liz para saludarle con el fin de salir a tomar un café.
Antonia conoce a Jhon, un médico holandés que habita África hace 10 años.
Pablo vende su nevera, su lavadora y unas joyas porque el viernes no es el único día bueno para consumir.
Liz sale casi todos los días para hablar con Julián aún sin preguntarse los nombres, pues Liz cree que se dañaría la relación de amistad.
Julián se siente bien por la compañía de Liz.
Cuando sale la señora del súper con sus productos de limpieza en sus brazos, tapa su cara y en el descuido es arrollada por un bus escolar.
Antonia muere de malaria en su regreso a Londres.
Pedro conoce accidentalmente a Pablo mientras lo ve consumido por los efectos de la cocaína.
Julián va a la casa de Liz para visitarle.
El señor juega a los dados con Dios para negociar la ida al infierno de la señora.
Un auxiliar de los forenses se queda con un dinero que encontró intencionalmente en una repisa de la casa.
Pedro habla de Antonia y Pablo se dio cuenta de que era la misma mujer.
Antonia abraza a Mattew en el cielo.
La señora siente un olor a quemado en el vestido.
El señor gana la apuesta.
Liz siente ansiedad por la llegada de Julián y siente un pequeño palpitar en la entrepierna.
Julián compra unos chocolates para Liz.
Pablo en medio de su estado abraza a Pedro.
Pedro consume algo de cocaína y se acuesta con Pablo.
Julián pausa la película y toma de la mano a Liz para decirle que su compañía le hace mucho bien, para manifestarle su amistad y para decirle que ella es la hermana que nunca tuvo.
Antonia cruza los dedos para que no pase nada.
Pablo se despierta y siente un leve ardor en sus nalgas.
Pedro camina por la caracas, se ríe y piensa: “esa sustancia es la cagada”.
Liz no se aguanta las ganas, deja al lado su pudor y se tira a Julián.

"Arnold" el elefante.

"No me hable de putas que vengo del barrio"

Está somnoliento. Levanta la barbilla y se da cuenta que se aproxima a su destino. No tiene reparo en dejar caer una ventosidad en medio de un público que admira ese estilo particular. Un puente deteriorado advierte su parada, se acerca a la puerta del autobús y solicita con cierto impetú que se abran las puertas del vehiculo que se encarga de transportar su existencia todos lo días. No lo excita un culito flácido empacado al vacio, le anima la idea de morbosear las sombras. Se piensa mimo, se piensa rojo. No tiene la certeza de su lugar. No tiene fecha, no tiene nombre. Cruza la calle y deja la marca sobre el polvo. Si pisa popó, si se le atraviesa un gato, si rompe un vidrio; él no tiene tiempo para prestarle atención a esas estúpideces. No tiene relój, no tiene memoria. Camina sobre el borde, pasa los semaforos en amarillo. No respeta las señales, se estímula con las panaderías. Recuerda el amarillismo de antología, suspira. Deja salir bocanadas de nada atrapadas entre sus dientes. No le recuerden las deudas, no lo miren a los ojos. No le hablen del amor, no le hablen de putas que viene del barrio.

"Arnold" el elefante.