
Deja que el perdón con su traslúcido color me rescate, abre la puerta al abrazo, él traerá el fuerte azul hasta donde mi vida no existe; invita a pasar a la sonrisa y que con su gama de amarillos destellen y dejen ciegos a mis demonios; susurra al verano para que traiga el atardecer con su espléndido naranja, y así de calorcito a mi esperanza de invierno. Finalmente, lame y suplica a la sangre para que inyecte a mi corazón de un rojo AMOR.
Soledad, despíntame para que yo aprenda a vivir.
Lulú "La Mariposa"
