lunes, 21 de diciembre de 2009

Puta

Érase una vez una puta.
Puta por sus encantos
Por querer ser bonita.
Era puta por sentirse amada
Por resistirse a último momento.
Era censurada, era cosa.
¿Quién era ella?
No le importaba.
Érase una vez puta porque así lo quizo la sociedad.
No lavaba trastes
Se soltaba el pelo a su antojo
Y caminaba mejor con pantalones y zapatos bajitos.
Creía en la igualdad.
Era rebelde y tenía causa.
La jauría estaba loca por el batir de sus piernas largas.
Enamoraba sin querer y sin corresponder
Y eso la hacía más Puta.
Seguía caminando por su sendero,
Con la frente en alto.
Si era puta o no,
Ese no era su problema
El problema eran los demás.

Arnold "El Elefante"

Mística XX

Caen en las garras de los cuentos.
Son de historias fantásticas
De Elfos con caras bonitas
De Centauros pechi peludos.
Son indómitas bestias que al ser besadas en alguna porción lumbar,
Se derriten como un caracol arrastrado en sal.

Aún así, pretenden volar con las alas de Icaro
Sobre el infierno.

Así lo piensa Arnold, "El Elefante".