una cadera robusta de percusión que se agita con los dedos;
de mi cuerpo polvo y con tu sudor barro.
Cualquier encuentro es suficiente para reproducirse;
nuestra procreación está supeditada a la imaginación,
nuestras creencias nos hacen infértiles
y nuestra imaginación nos reproduce.
Y acaba la canción y te visto;
Y acaba la canción y te visto;
y sudamos y más barro,
y susurro y miento y digo que no te quiero,
y te quiero y te amo, pero no bailo.
Pero yo te gusto y tu me mueves.
(Ahora que edito pienso que la fertilidad la hizo el diablo,
su antagonista los anticonceptivos).
Arnold El Elefante - Al ritmo de la negra Ayllón.
Pero yo te gusto y tu me mueves.
(Ahora que edito pienso que la fertilidad la hizo el diablo,
su antagonista los anticonceptivos).
Arnold El Elefante - Al ritmo de la negra Ayllón.