jueves, 20 de febrero de 2014

Elefante suicida


Nada más inspirador que la tristeza.
 
La gente aún supone que suicidarse,
es falta de motivos y exceso de cobardía;
ja!
pa’ morir se necesitan son motivos,

coraje en las posaderas para dar el primer paso
¿o el último?

Los que se dedican a la modistería
saben cuál es el mejor nudo de la soga
y qué soga combina mejor con ese púrpura de la cianosis.

Los estadistas son más rígidos,
ya saben qué pastilla tiene un 99% de efectividad
así como el tiempo de respuesta en el organismo.

Algunos vigilantes saben dónde poner el cañón;
las sienes ya pasaron de moda.
Los carniceros ya saben qué es horizontal y vertical,
y la profundidad necesaria para un buen corte.

Las putas no se suicidan,
Porque las putas tristes sólo las conoce Márquez.

Los gatos deprimidos
ya no se lanzan de los edificios;
compran atún vencido.

Los dinosaurios extintos ya,

compran máquinas del tiempo para volver a morir.

Pero los elefantes,
Ja!
no se querían morir,
pero se confiaron de la tela de la araña.

Arnold (Ex-lefante).