martes, 2 de febrero de 2010

Best Seller

De una idea salió una vocal mayúscula.
Esta vocal se sentía sola así que tomó de la mano a otras letras y a otras vocales.
llegó la pubertad,
así que salieron curvas, pelos y formas.
Dejaron de ser vocales y letras para conformar una palabra.

Como eran sumamente fértiles, han sabido copular con otras palabras;
de ahí nacieron frases: cortas y largas, mal escritas, torcidas o sin sentido.
Con el paso del tiempo la estirpe se extendió,
las nuevas generaciones eran párrafos separados entre uno y dos espacios.
Habitaban en condominios de papel, eran nómadas, eran sedentarias.

Ayudaban a unir y a separar gente, a despedirse,
a dar buenas y malas noticias.
Provocaban sonrisas, generaban lágrimas,
suscitaban gritos, indignaban.

Eran en parte la fé de los incrédulos,
siempre estaban ahí.
En las tareas, en la mesa de noche,
en el autobus, en la sala de espera.
Habían sobrepoblado la tierra, alimentado la esperanza.

Y saber que una simple vocal se volvió tan famosa,
Que le dio la vuelta al mundo,
Que le cambió la vida a alguién.

(Pese al temor de algunos que no leen por perder el blanco resplandor de sus dientes).

Eso pensaba hoy Arnold "El Elefante"