jueves, 31 de diciembre de 2009

JP (de Japi Niu Lliar)



Un corazón blandito,
Una mirada aparentemente visceral.
Con paso firme,
Con suspiros que anhelan un algo.
Que la felicidad siga guiando tus pasos,
Como tus palabras la felicidad.

Te quiero Juanita.
(Tienes permiso para una foto)


Eso piensa Arnold, “El Elefante”

domingo, 27 de diciembre de 2009

Inanimados y en silencio



Vinieron las palabras
como cuchillos de afiladas hojas,
con la excusa irrefutable de la verdad;
verdad dolorosa, que hace sangrar el corazón.
Ella se viste de trasparente…
¿Cómo poder negarla?
y no por gritarla se hace más verdad,
o menos falsedad.
Te la pones a diario así no te convine,
está pegada a la piel,
reflejada en las risas y susurros ajenos;
está pegada a la frustración,
y se convierte en castigo…
Por eso,
hoy prefiero a los inanimados…
sus silencios no hieren.

Lulú "La Mariposa"
Seres inanimados y sus silencios
Vinieron las palabras
como cuchillos de afiladas hojas,
con la excusa irrefutable de la verdad;
verdad dolorosa, que hace sangrar el corazón.
Ella se viste de trasparente…
¿Cómo poder negarla?
y no por gritarla se hace más verdad,
o menos falsedad.
Te la pones a diario así no te convine,
está pegada a la piel,
reflejada en las risas y susurros ajenos;
está pegada a la frustración,
y se convierte en castigo…
Por eso,
hoy prefiero a los inanimados…
sus silencios no hieren.

Lulú "La Mariposa"

lunes, 21 de diciembre de 2009

Puta

Érase una vez una puta.
Puta por sus encantos
Por querer ser bonita.
Era puta por sentirse amada
Por resistirse a último momento.
Era censurada, era cosa.
¿Quién era ella?
No le importaba.
Érase una vez puta porque así lo quizo la sociedad.
No lavaba trastes
Se soltaba el pelo a su antojo
Y caminaba mejor con pantalones y zapatos bajitos.
Creía en la igualdad.
Era rebelde y tenía causa.
La jauría estaba loca por el batir de sus piernas largas.
Enamoraba sin querer y sin corresponder
Y eso la hacía más Puta.
Seguía caminando por su sendero,
Con la frente en alto.
Si era puta o no,
Ese no era su problema
El problema eran los demás.

Arnold "El Elefante"

Mística XX

Caen en las garras de los cuentos.
Son de historias fantásticas
De Elfos con caras bonitas
De Centauros pechi peludos.
Son indómitas bestias que al ser besadas en alguna porción lumbar,
Se derriten como un caracol arrastrado en sal.

Aún así, pretenden volar con las alas de Icaro
Sobre el infierno.

Así lo piensa Arnold, "El Elefante".

sábado, 12 de diciembre de 2009

Despíntame soledad



Deja que el perdón con su traslúcido color me rescate, abre la puerta al abrazo, él traerá el fuerte azul hasta donde mi vida no existe; invita a pasar a la sonrisa y que con su gama de amarillos destellen y dejen ciegos a mis demonios; susurra al verano para que traiga el atardecer con su espléndido naranja, y así de calorcito a mi esperanza de invierno. Finalmente, lame y suplica a la sangre para que inyecte a mi corazón de un rojo AMOR.

Soledad, despíntame para que yo aprenda a vivir.

Lulú "La Mariposa"

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Lupita

Es una furia con piernas, quiere que su macho alfa desenvaine la herramienta de poder. Puede olfatear el dolor, es de raza brava. Exige a gritos que le sea blandida la espada de la justicia; quiere que la justicia sea una mezcla se sangre y carne. Con el sólo parpadear de sus ojos consigue lo que anhela. Es Diosa y Demonio a la vez, se pide para sí misma todo lo que no le pertenece; es la heredera de la nada. Es la voz de los espantos y de los espantados. Es una incógnita puesta en evidencia; abre su corazón a los que ya no sienten. Se siente viva cada vez que alimenta con sus encantos, se siente viva cada vez que es alimentada por la incertidumbre. Espectro desaliñado que divaga en la penumbra. Bebe rojos y amarillos; tiene un semáforo atravesado en la garganta. Quiere dar luz verde a los pervertidos para que se choquen contra el destino.

Sus coyunturas son dulces, su sangre es un espeso color violeta que se deshace en el paladar de los ansiosos. Sus pies son la extensión de una maldad que hace contacto con la tierra. Sus piernas y sus caderas son la estructura que soporta un sinfín de agonías que están en una larga fila, a la espera de saciar el vacío concentrado en el pecho. Su cintura está conformada por dos grandes arcos que rechinan al contacto con la verdad, que aúllan; que claman por un pedazo de su existencia. Sus senos son un manantial de leche y hiel, del que brotan sustancias inertes con las que son alimentadas las bestias mansas. Su boca. Pensándolo bien, de su boca no hablo por miedo a quedarme sin la mía, por miedo de perder mi turno en la fila. Por miedo a dejar de ser una especie en vía de extinción.

Lupita: Cuando estoy cerca a ti temo por volver a ser inmortal.

Arnold "El Elefante"