En una tarde sin sol
Abrió sus fauces
Sacó su húmeda lengua
Aprovechó el descuido de la espalda
Y la atravesó con su puñal de carne y saliva
Aún me cuido las heridas
Y aunque el tiempo no cicatriza
Se deja en evidencia
Las intenciones venenosas
De un animal sin vacunar
Fué herido Arnold, "El Elefante"
martes, 30 de marzo de 2010
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