martes, 30 de marzo de 2010

Rabia

En una tarde sin sol
Abrió sus fauces
Sacó su húmeda lengua
Aprovechó el descuido de la espalda
Y la atravesó con su puñal de carne y saliva

Aún me cuido las heridas
Y aunque el tiempo no cicatriza
Se deja en evidencia
Las intenciones venenosas
De un animal sin vacunar

Fué herido Arnold, "El Elefante"