domingo, 20 de marzo de 2016

Negra

Eres un par de ojos chiquitos llenos de adjetivos,
una cadera robusta de percusión que se agita con los dedos;
de mi cuerpo polvo y con tu sudor barro.
Cualquier encuentro es suficiente para reproducirse;
nuestra procreación está supeditada a la imaginación,
nuestras creencias nos hacen infértiles
y nuestra imaginación nos reproduce.
Y acaba la canción y te visto;
y sudamos y más barro,
y susurro y miento y digo que no te quiero,
y te quiero y te amo, pero no bailo.

Pero yo te gusto y tu me mueves.
(Ahora que edito pienso que la fertilidad la hizo el diablo,
su antagonista los anticonceptivos).

Arnold El Elefante - Al ritmo de la negra Ayllón.




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