Mi fe se fortalece en blasfemias,
desmerezco la causa y el canto,
el sonido sublime de una flauta invisible
tocada por el viento.
Mi fe es una plegaría,
un domicilio para los dioses;
es el espíritu que se desvanece con el sol,
que se difumina con las sombras;
Mi fe se doblega,
pero se resiste a mover montañas;
es moribunda,
es placentera.
Mi fe es un resoplo asmático,
un intento irascible que disminuye su paso.
Canto y sonido mermado por el viento,
por las circunstancias,
por el pensamiento.
Mi fe tiene su dios,
sus acciones y sus promesas;
alabanzas fortuitas a convicción,
rezos y plegarías,
eco de llanto en pozos oscuros.
Mi fe de colores,
folklórica, jubilosa;
creencia delincuente,
baila sólo para mi,
para mis muertes.
Majadero:
mientras abres la palma de tu mano,
y expones los trazos y las huellas,
seguiré pidiendo por mi fe,
mientras tu fe penda de mis caprichos.
Arnold “Elefante Malo, Elefante Diablo”.
miércoles, 25 de agosto de 2010
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fe? para quién? por qué?.... si a veces la fe puede verse como el más complejo disfraz que usámos para escondernos y huir de nuestros miedos (amar, obvervar, arriesgar, comprometerse, sentir, besar, matar, odiar, etc). La fe puede verse incluso como la forma más cruel de esconder lo infernal de nososrtos mismos, del mundo, de lo real... La cuestión está en que a veces eso infernal se esconde también bajo la fe de la razón y la lógica, de la desesperanza, incluso bajo la fe multicolor que ciega y no deja ver ni los trazos de unas huellas amamos y sentimos a nuestro lado... Pero esta fe que emana lo infernal nos quita, arrebata y nos hace abandonar quizá el momento más hermoso y real, sólo que por el egoísmo e indiferencia de querer tener todo para sí, se logra ver que detrás de esa fe hay oculto un miedo que hace que no haya la capadidad de entrega incluso a aquel ser que una vez confio y creyó en su fe, en uno... esa es la fe que profesa? esa es la fe que prefiere? la fe que promete, habla pero que cuando se ve comprometida se esconde, huye y al final ciega y ensordece no sólo al perdicador sino quizá al único seguidor que lo hizo no por estar ciego, sino porque confió y quizó estar ahí... Puedo estar lejos de lo que usted quizó plantear, pero esto es lo que su escrito me llevó a pensar, será que puede causar una breve reflexión en ustd?
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