
La noche rugía de música,
la fémina en deuda con su sexo
se mezclo con sus acordes
en la niebla de la noche,
danzó, gimió, expiró
para la noche la música perfecta...
La noche, sólo cumplió con devorarla.
Lulú “La Mariposa”
Inspiración fotográfica: MaxiKohan http://www.flickr.com/photos/kohanart/
Un ser de luz y de sombra, tan dual y con un trabajo increíble de poesía visual y letras; además honesto y totalmente generoso, sino lean lo que dijo: "Es un honor que una imagen mía inspire letras tuyas, así de alguna forma extraña se convierte ya no en mía, sino nuestra"
Con un simple gracias no es suficiente.

Cada vez que leo el blog me encuentro con letras diferenres, las de un elefante que al convertirse en cangrejo paradójicamente avanza cada vez que va para atrás, pero ahora me encuentro con la descripción perfecta de la noche, esa noche ocura que no sólo devora, vampiriza, sino que también encierra dentro de su manto oscuro el erotismo del deseo y del placer que por lo general llega con la noche cuando se descubren los sonidos más perfectos, esos que excitan a todos los animales, así tengan un caparazón, vuelen, se escondan, naden, o sean gigantes como un elefante. Pero no puedo olvidar, que esos sonidos tan perfectos van acompañados de los movimientos más tenues, de la danza más erótica pero llena de sentido, de significado de sentirse vivo. En sí, sonidos en la noche y la danza son como alguien lo mencionó un día: amigos complices que vailan al compaz de una melodía que insita al erotismo (amigos eróticos).
ResponderEliminarFirma: una Luciérnaga que incluso no sólo ha iluminado con su luz las noches más oscuras sino también se ha hecho presente con el sonido ensordecedor y mágico de una risa, de un te quiero e incluso el sonido de un adiós al animal que más quisó.
Esta Luciérnaga se devoró a Kundera al parecer... El problema es que no recuerdo luz alguna sobre mi cabeza de algún animal que se le parezca. El foco intermitente que se posó sobre mí en algún tiempo, ya tiene argolla en el anular.
ResponderEliminarDe resto, logro fingir que es la penumbra la que me ilumina.
Arnold "El mismo"
Luciérnaga: Sigo creyendo que la música es una gran amante que también cautivó a la noche; a esa gran dama... Me gustó leer tu reflexión de complicidad.. Saluditos de aire.
ResponderEliminarArnold: Estoy sorprendida de como tus ojeras y grandes patas cautivan a otros animales que al parecer tienen luz propia. Creo que vos arrastras luz o penumbra -como la denomines-, por un corazón viejo con sentimientos nuevos... Besos
Lulú "La del corazón de alfiler"