Y antes de ser alguien era algo,
era un montón pequeño de arena
sobre la palma de una deidad
que se aproximaba a dar un soplo de vida.
Y la deidad era alérgica,
y estornudó.
No alcanzó a ser alguien,
a ser nada.
Malditos excesos.
Arnold "El Elefante con rinitis".
miércoles, 10 de noviembre de 2010
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Que se espera, si todos somos un poco mucho de casualidad y mala suerte...
ResponderEliminarChanfle...
Lulú "La mariposa con metamorfosis a la inversa"
Dije que no volvería a escribir, sólo diré mi acuerdo con Lulú la mariposa, el ser humano se enmarca dentro de la casualidad y mala suerte, pero hasta esa casualidad o hechos azarosos están conectados por una causa, además el hombre es un conjunto de signos ya sean casuales o causales que se ofrecen al deciframiento el cual puede decirse que es la consecuencia o la respuesta de la nada, pero la nada es todo, y ese todo puede verse como más que un soplo de vida, que ante la primera entrada de la razón se va como la arena entre nuestros dedos.
ResponderEliminarEscribe: yo
olvidé decir que no sólo la razón hace que aparezca un síntoma alérgico al todo, es decir a la existencia, también la emoción puede causar ese efecto alérgico de la rinitis.
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