domingo, 28 de septiembre de 2014

Espiral

Hay días en los que me siento muy triste,
desesperanzado;
días con motivos para,
sin necesidad de recurrir a más argumentos que una nube gris posada sobre la crisma.

Hay días donde pierde valor hacer avioncitos de papel,
dónde el aleteo de las mariposas en la panza pasan a un segundo plano.

Hay días en las que la palabra trascendental es sinónimo de que tu novia de 9 años se fue con un hombre mayor, un man grande de 11 años.

Hay días en que mi tristeza es tan triste,
que me pienso eclipse,
que siendo medio día no sale el sol.

Pero hay días de muerte y sangre y de rencor y de rabia,
de cosas naturales o de cosas feas (porque las cosas feas también son naturales),
de perritos aguantando frío y de gente que se deja de querer
y de gente que llora y de gente que grita y que quiere morir
y de gente que muere
y de yo después de cruzar la línea
y de redoblante.

Y se acabó...
...mientras otro empieza a querer,
a querer nacer
a querer morir...

Arnold, El Elefante
"ácido debajo de la lengua".

1 comentario:

  1. Por fortuna tenemos esos días de eclipse, que bien que se vengan cosas naturales aunque feas. Que bien leerte Sr Elefante a este espacio se hacían faltan tus mocos y tu moco... loco...

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